El Senado rechazó las propuestas del Ejecutivo para la Corte Suprema. La senadora Andrea Cristina votó junto al kirchnerismo en una sesión clave.

En una votación clave para el futuro de la Corte Suprema, la senadora por Chubut del PRO, Andrea Cristina, se pronunció en contra de los pliegos enviados por el Poder Ejecutivo de Javier Milei, sumándose al bloque kirchnerista que logró bloquear las candidaturas de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. La decisión fue parte de un inesperado consenso entre fuerzas tradicionalmente enfrentadas, que terminó frustrando la propuesta del Gobierno.

La postura adoptada por varios senadores del PRO generó sorpresa y malestar entre quienes esperaban un respaldo a los cambios impulsados desde la Casa Rosada. El rechazo a los candidatos no respondió a cuestionamientos técnicos, sino a una coincidencia política que consolidó una mayoría circunstancial con capacidad de veto en el Senado.

Con su voto, Andrea Cristina se despegó de la agenda de transformación institucional que promueve el Gobierno Nacional, y fue parte de un acuerdo legislativo que priorizó el equilibrio de poder y la preservación de espacios de influencia en la Justicia. Un gesto que expone las tensiones internas dentro de la oposición y reaviva el debate sobre el rol del Senado en la construcción de una justicia independiente.