Más de 700 militantes acompañaron el cierre de Dante Bowen en Puerto Madryn. Fuerte respaldo de 18 agrupaciones y un discurso que apuntó directo contra el aparato: “Después de 20 años sin internas, se terminó la rosca de las mesas chicas”.
El sindicato de municipales en Madryn fue escenario de una de las convocatorias más importantes de esta campaña. Más de 700 militantes y una veintena de agrupaciones peronistas, sindicales y territoriales respaldaron a Dante Bowen en el cierre de su camino hacia las internas del 3 de agosto. Banderas, bombos, emoción y mística marcaron el clima de un acto que desbordó de militancia.
“Hoy la lapicera la tienen los afiliados, no los mismos de siempre” disparó Bowen en un mensaje con nombre y apellido para el peronismo que resistió la apertura interna. Y agregó: “No venimos a improvisar: venimos a defender lo nuestro con trabajo, soberanía y justicia social”. El cierre mostró a un espacio que crece desde abajo, con protagonismo real de las bases y sin dependencia de estructuras tradicionales.
Con una campaña que puso en jaque al aparato del PJ y forzó la discusión que muchos querían evitar, Bowen consolidó en Madryn un espacio político que ya dejó de ser promesa. La renovación ya no es discurso: es una realidad construida con militancia, decisión y respaldo popular.