El exintendente de Comodoro y candidato de Unidos Podemos, Juan Pablo Luque, vuelve a estar en el centro de la escena: lo investigan por desvío de fondos y vínculos con empresarios beneficiados durante su gestión.
La política nacional volvió a sacudirse con un nombre repetido en todos los pasillos: Juan Pablo Luque. En un programa de televisión de alcance nacional, periodistas pusieron bajo la lupa al exintendente de Comodoro Rivadavia y actual candidato a diputado por Unidos Podemos, señalando que busca refugiarse en los fueros para evitar el avance de las causas por corrupción que lo comprometen.
Durante el debate, se recordó que Luque está siendo investigado por el desvío de fondos públicos destinados a obras durante su gestión municipal. Obras que, según las denuncias judiciales, se pagaron pero nunca se completaron. “Si llegan a sacarle los fueros en Chubut, puede tener problemas en la Justicia”, advirtieron los periodistas.
La situación se agrava por la implicancia de su mano derecha, Germán Issa Pfister, exfuncionario y jefe político del esquema financiero municipal, allanado en el marco de la misma causa de corrupción. Issa intentó ampararse en supuestos fueros, pero el Superior Tribunal de Justicia provincial rechazó de manera unánime ese pedido, dejando en claro que la Justicia chubutense no está dispuesta a tolerar privilegios políticos.
El caso Luque–Issa Pfister se convirtió en un símbolo de la impunidad con la que se manejó el poder en Comodoro Rivadavia durante años. Mientras el exintendente busca una banca en el Congreso para blindarse judicialmente, los expedientes por desvío de fondos y corrupción avanzan. Y ahora, el escándalo ya es nacional.