Torres, Weretilneck y Figueroa denunciaron una injusticia histórica: la región que genera casi toda la energía del país aún tiene miles de familias sin gas. Ahora, las provincias decidieron hacerse cargo.
“Es surrealista que el motor energético del país tenga pueblos sin gas”, dijo Ignacio Torres al anunciar la ampliación del Gasoducto Cordillerano. La frase resume una contradicción insostenible: la Patagonia produce el 98% del gas y el 97% del petróleo del país, pero sigue teniendo localidades enteras sin conexión a la red.
“Muchos de nuestros vecinos no pueden calefaccionarse. Esa es la verdadera injusticia”, apuntó el gobernador neuquino Rolando Figueroa. Y Alberto Weretilneck fue claro: “Nuestro país funciona por lo que produce la Patagonia. No podemos seguir así”.
Por eso, las provincias decidieron dejar de esperar. Chubut, Río Negro y Neuquén invertirán 50 millones de dólares con fondos propios para ampliar el gasoducto y garantizar el acceso al gas en más de 12 mil hogares patagónicos. Una reparación histórica, hecha con decisión política y compromiso real.