El Gobernador del Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, encabezó este viernes en Tecka la entrega de la custodia del poncho del Cacique Inacayal, en un acto muy emotivo que contó con la presencia de integrantes de pueblos originarios de la región, y del que participaron también autoridades y referentes de los tres poderes del estado provincial.
Unión y respeto entre los pueblos
Acompañado por Luisa Meli, la Longko de la comunidad “Petu Mongeleim” de Tecka, territorio ancestral del Cacique Inacayal, el mandatario provincial expresó que “es un momento histórico y muy emocionante, para mí y para todos, porque este poncho que hoy restituimos a sus legítimos dueños es un símbolo de la unión y el respeto entre los distintos pueblos”.
“En nuestra provincia las comunidades llevan adelante un trabajo muy importante a la hora de mantener viva la cultura, las tradiciones y los orígenes, que yo siempre he reivindicado”, señaló Torres a continuación, añadiendo que “por eso quise venir personalmente a transmitirles mis respetos y mi vocación de seguir construyendo en conjunto”.
“Los temas pendientes se solucionan en paz y bajo la ley”
Además indicó que “hay que saber separar el trabajo fundamental que sostienen las comunidades originarias, de la violencia de unos pocos vivos que no entienden que más allá de las diferencias culturales, o de creencias, los temas pendientes hay que solucionarlos en paz, con tolerancia y bajo la ley”.
“Somos conscientes de que todavía hay asuntos no resueltos con los pueblos originarios, como por ejemplo el relevamiento de tierras, pero estamos comprometidos a solucionarlos cuanto antes, en un marco de diálogo y respeto, recibiendo siempre a todas las comunidades”, aseguró Torres.
Importancia de la entrega
Cabe destacar que el poncho de Modesto Inacayal data de finales del siglo XIX, cuando fue obsequiado por su dueño al perito Francisco Moreno como símbolo de amistad. Es, por tanto, una importante pieza de patrimonio histórico que estuvo mucho tiempo en guarda del gobierno chubutense, hasta que el mandatario provincial tomó la decisión de transferir su custodia a los pueblos originarios de la zona de Tecka, legítimos herederos de dicho cacique, quienes celebraron con mucha emoción el retorno de una prenda tan simbólica y con significados tan profundos dentro de la cosmovisión ancestral originaria de Latinoamérica.