La exdiputada provincial y exministra de Desarrollo Humano y Familia del Chubut recibió una pena de 3 años de prisión en suspenso y una inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos.

Tras declararla culpable en la causa por corrupción conocida como «Ñoquis Calientes», la Justicia condenó este martes a Cecilia Torres Otarola a 3 años de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. El fallo fue dictado por los jueces Marcela Pérez Bogado, José Luis Ennis y Carlos Richeri.

La sentencia considera a Torres Otarola autora de cuatro delitos de fraude a la administración pública y tres de exacciones ilegales. Según la investigación, la exfuncionaria exigía a sus asesores legislativos entregar la mitad de sus salarios para financiar una «caja política» y designaba empleados en el Ministerio de Familia y la Legislatura que cobraban sueldos sin cumplir funciones.

Aunque continuará en libertad, Torres Otarola deberá cumplir con estrictas reglas de conducta durante los tres años de la condena, incluyendo no cometer nuevos delitos, mantener domicilio fijo, presentarse regularmente ante supervisión judicial y abstenerse del consumo de drogas o abuso de alcohol. También deberá afrontar el pago de las costas del proceso judicial.

Además, otros cuatro imputados fueron condenados como partícipes necesarios en los hechos de corrupción. Silvana Cañumil, Mara Lorena Rodera, Facundo Solari Rodera y Miguel Ángel Reto Trelles recibieron penas de 2 años de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. A pesar del impacto del fallo, algunos acusados fueron absueltos por falta de pruebas en determinados hechos, destacando las complejidades del caso judicial.