El actual presidente del justicialismo en Chubut, Carlos Linares, es sin dudas, el gran derrotado en las primarias del domingo. El partido, que llegó a las PASO con el sello de fantasía de “Todos”, bajo la órbita del oficialismo nacional, padeció una dura derrota que será difícil de remontar. 

A dos meses de las generales, la lista del PJ que encabeza la fórmula Linares – Papaiani como candidatos a senadores nacionales, expusieron la peor imagen del peronismo provincial, perdiendo hasta en localidades históricamente peronistas como Trelew, Puerto Madryn e incluso en gran parte del resto de la provincia causando un daño político importante en la imagen de dirigentes como Adrián Maderna o Papaiani-Mac Karthy. También el intendente de Comodoro Rivadavia y aspirante a la Gobernación en 2023, Juan Pablo Luque, cargará con esta dura derrota.

Si bien, parte de la dirigencia se excusó en una mala imagen del gobierno nacional por la gestión de la pandemia, lo cierto es que fue el propio Linares quien se adjudicó ser el «bendecido» por esa misma dirigencia cercana a la Casa Rosada, por lo que, en el peor de los casos las culpas deberían ser repartidas. De autocrítica, nada. 

En Chubut la elección no tuvo un clima netamente nacional, en todo caso, quienes nacionalizaron el discurso fueron los propios dirigentes peronistas, quienes siguieron la misma e idéntica linea de campaña electoral que optó el Frente de Todos en el resto del país.

Dirigentes opositores a la conducción del justicialismo provincial como Miguel Coné Diaz y Omar Burgoa, quienes desde un primer momento pedían una renovación interna en el partido, así como mayor presencia de las bases y el sindicalismo en el armado de las listas de candidatos, llegaron a pedir la «jubilación» de Linares, quien a costa de sus propias ambiciones arrastró al peronismo de Chubut a otra derrota, teniendo en cuenta que en 2019 perdió como candidato a gobernador en la contienda con el actual mandatario provincial, Mariano Arcioni. Algunos creen que debería ser su última actuación pública en nombre del PJ.

Si en las generales la caída no es más grave que la del domingo, es posible que Linares termine siendo senador, pero no con el sello del triunfo sino de un peronismo derrotado, algo que incluso puede costarle su buena relación con su conductora a nivel nacional, Cristina Fernández, quien tenía los ojos puestos en varias provincias, entre ellas Chubut, y que en este escenario perdería la mayoría en la Cámara Alta.