Durante su visita a Puerto Madryn, el candidato a gobernador Juan Pablo Luque, recorrió la plantación de Whale Leaf Farm, un emprendimiento que cuenta con el apoyo técnico del CONICET y se dedica a la producción de semillas y flores de cannabis medicinal. «En Chubut hay recursos naturales y gente con conocimiento para potenciar todo tipo de objetivos productivos», resaltó.

La industria del cannabis medicinal crece en Argentina, y en Chubut hay proyectos que comenzaron a dar sus primeros pasos para trabajar en ese sentido. Uno de estos emprendimientos es Whale Leaf Farm, una planta instalada en Puerto Madryn, propiedad de Martín Almirall, que cuenta con el trabajo científico de Gregori Bigatti, investigador principal del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y director del Programa Interdisciplinario de Cannabis en el CENPat (Centro Nacional Patagónico).

Juan Pablo Luque, candidato a gobernador de Chubut, recorrió las instalaciones del emprendimiento que apunta a la producción de semillas y flores de cannabis para uso medicinal, con más de 2000 plantas en su campo de producción.

Tras su visita, Luque consideró que se trata de «un emprendimiento único en la provincia. Estoy agradecido a intendente Gustavo Sastre y al vicegobernador Ricardo Sastre, que nos hicieron conocer este proyecto que lleva adelante Martín. Apunta a la producción de cannabis pero con un sello de calidad y trabajado en forma conjunta con CONICET, lo que sintetiza todo un trabajo vinculado a tecnología y ciencia aplicada para la salud».

«Para nosotros es un gran desafío y una gran esperanza desarrollar emprendimientos productivos de esta naturaleza, que permitan ayudarnos a tener productos de Chubut que podamos usar en distintos centros sanitarios de la provincia y soñar con exportar el trabajo que se lleva a cabo en este lugar», indicó.

Luque recordó que se trata de una industria nueva en nuestro país y reconoció que «sorprende el nivel de conocimiento que tiene la firma y las ganas de emprender, lo que hace que esto sea un proyecto muy distinto a lo que uno está acostumbrado a recorrer o visitar. Por eso este tipo de emprendimientos demuestra que en Chubut tenemos oportunidades para potenciar y aprovechar todo el conocimiento que tiene gente como Gregorio».

Semillas preparadas para vender al público con sello de calidad

Gregorio Bigatti es investigador principal del CONICET, director del Programa Interdisciplinario de Cannabis en el CENPat (Centro Nacional Patagónico), y quien realiza el desarrollo técnico en Whale Leaf Farm.

Respecto al trabajo que realizan, el investigador explicó: «Acá se hacen distintas cosas, como clones de plantas, variedades que se hacen por un convenio entre CONICET y Whale, y se hacen pruebas agronómicas de semillas feminizadas que van a ser vendidas después bajo licencia de CONICET. Hay dos variedades, una de THC y una de CBD, tenemos 1400 de Malvinas y 600 de Pachamama. A ambas las probamos para ver si todas las semillas feminizadas eran hembras y el resultado dio muy bien, en el 99,86% en una y el 100% en otra. Así que con esta prueba ya estamos seguros que estas semillas van a poder ser vendidas al público bajo la licencia de CONICET».

Por otro lado, explicó que «desde CONICET estamos haciendo ensayos clínicos con aceite de Cannabis medicinal que se hace en CENPAT. De hecho se usa estas variedades que están acá y otras cuatro más, por lo cual la producción de flores que hay en esta plantación podría ser usada para la salud pública para hacer los preparados de planta completamente similares a los que estamos haciendo en CONICET», indicó, haciendo hincapié en los ensayos clínicos que realizan en el Hospital Andrés Isola y que pronto tendrán sus primeros resultados.

Una industria en crecimiento

Para Bigatti la industria «está creciendo y sirve mucho para las economías regionales, donde podemos hacer un cambio en la matriz productiva y crear puestos de trabajo».

En ese sentido, indicó que «el clima y la radiación que tenemos en la zona es única por lo cual las plantas crecen muy bien. De hecho, nosotros en CONICET estamos haciendo pruebas para hacer variedades de cáñamo industrial que sirve para fibras, para madera y para hacer aceites con las semillas en la cordillera, en la meseta y en la costa. Sin duda es una industria en la que hay mucha gente que quiere entrar».

Sin embargo, reconoció que «lo que nos falta todavía son regulaciones provinciales y nacionales para que se puedan crear puestos de trabajo y al mismo tiempo salud pública, porque la gente hoy en día ya usa estos aceites de cannabis pero muchas veces sin un control y sin la calidad que se puede garantizar desde el Estado o desde las empresas privadas, que pueden ser pymes operativas pero con la reglamentación clara para que se cumplan los controles de calidad».

A modo de conclusión, explicó que «esto es fundamental porque le da seguridad al usuario. Entonces el Estado debe estar presente primero para la salud pública, para que estos aceites lleguen a los hospitales de toda la provincia y el país, y también para articular, porque hay mucha gente en Argentina trabajando con el cannabis y quizás podríamos tener un centro de procesamiento, donde se procese el cannabis pero con la seguridad y la reglamentación del Estado».