El gobierno nacional define los últimos detalles para la compra de otro lote importante de vacunas contra el COVID-19. Esta vez las producidas por la compañía farmacéutica estatal china Sinopharm.

La empresa también conocida como «China National Biotech Group», es la más grande de su rubro en ese país. Según informaron, la vacuna llegaría para los últimos diez días de enero, trasladada por un vuelo de Aerolíneas Argentinas.

Para su almacenamiento, conservación y transporte no necesita una refrigeración menor a 0 grados centígrados, sino que requiere temperaturas de 2 a 8 grados, condiciones que puede suministrar una heladera común.

La negociación con Sinopharm para la adquisición de un número tan significativo de vacunas, se produjo luego de una comunicación entre el presidente Alberto Fernández y el mandatario de China, Xi Jinping.

Días atrás, desde el Instituto Malbrán, el ministro de Salud, Ginés González García, informó públicamente sobre el avance de las conversaciones.

«Estamos negociando con China un millón de dosis para enero y (también) con Brasil, que está produciendo otra de las vacunas de desarrollo chino»

La vacuna desarrollada por Sinopharm, contó en nuestro país con 3.008 voluntarios que participaron de lo que se llama «estudio aleatorizado», es decir que reciben vacuna o placebo por azar, sin que el voluntario o el equipo investigador lo sepan al momento de la inoculación.

En relación a esas pruebas, el médico especializado Pedro Cahn, de la Fundación Huésped, aseguró a Télam que los estudios de la vacuna de Sinopharm con voluntarios argentinos se mostraron «extremadamente seguros».