En las últimas horas, Marina Barrera dirigente peronista y ex Jefa Comunal de Las Plumas, denunció penalmente ante la justicia distintos episodios en donde recibe amenazas de muerte por parte de antimineros, a través de Twitter y Facebook.

Así lo informó a través de sus redes sociales, en donde manifestó respecto a los hechos denunciados, que «La violencia no debe lograr paralizarnos. La violencia se denuncia. Defender la democracia es también no permitir que la intolerancia nos atropelle.»

Semanas atrás, la dirigente ya había recibido mensajes que atacaban directamente su postura. Su condición de mujer, frente a una lucha que ha mantenido constante, no es menor, la violencia contra las mujeres es estructural. Quienes atacan buscan además intimidar su persona para anular su posicionamiento.

Marina Barrera es pionera en el debate minero y testimonio de años de lucha para visibilizar el reclamo de los ciudadanos de la Meseta, por mejorar la condición económica y social de la región, apoyando firmemente el desarrollo de la actividad.

Nosotros estamos reclamando el derecho a decidir y a que se instale una industria en la Meseta que mucha falta hace para el crecimiento de la región. Decir que no hay licencia social carece de argumentos. Porque si bien la Iniciativa Popular duplicó la cantidad de firmas, y se reunieron 30.000 firmas, la provincia tiene 600.000 habitantes. Es decir que sigue siendo un 5%», manifestaba la dirigente semanas atrás.

Hecha la denuncia será la Justicia quien determine el origen de las amenazas por sus manifestaciones a favor de la explotación minera.

Sin dudas, una demostración de cómo la intolerancia de un grupo radicalizado y la falta de argumentos ante un debate controversial, desencadena hechos que van en retroceso y que deberían ser repudiados por todos los actores comprometidos en el tema. Sin embargo, no alcanza con la indignación, sino con responsabilizar a los culpables.