El Colegio Argentino de Ingenieros de Minas (CADIM), con 65 años de trayectoria e integrado por 600 profesionales de distintas zonas del país, respondió  a la determinación del Consejo Superior de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco” (UNPSJB) de pedir a la Legislatura que no trate el proyecto de ley 128/20, el número que lleva la propuesta de zonificación minera en la Meseta del Chubut.

La Universidad se expresó a través del máximo órgano de gobierno, el Consejo Superior, en donde el pleno de sus miembros decidió apoyar el pedido de retiro del proyecto de zonificación, argumentando la falta de consulta a los pueblos originarios.

En respuesta a ello, a través de un comunicado el CADIM marcó como contradicción que la UNPSJB dicta desde hace décadas carreras afines a la industria minera, como Geología, Química Industrial e Ingeniería en Petróleo, entre otras, por lo cual indicó que si es “coherente” debería cerrar esas alternativas de estudio.

El Colegio indicó que entre los argumentos que esgrime el órgano máximo de gobierno de esa casa de estudios es que no están dadas las garantías para un tratamiento adecuado de los aspectos legales y técnicos”.

La UNPSJB había adelantado hace unos meses que no participaría de los debates organizados por el gobierno provincial sobre el proyecto enviado a Legislatura, aunque después el rector de la Casa de Estudios, Carlos de Marziani, argumentó que no se negaban el debate sino que lo harían entre los órganos y facultades de la institución, es decir, internamente.

Respecto a eso, el CADIM argumentó que, “numerosas notas con rigor técnico científico, desde las asociaciones profesionales involucradas en la tarea minera, junto con académicos, sindicatos y empresarios, entre otros, se han explicado detalladamente cada una de las etapas y operaciones mineras, y han participado de las mesas de debate convocadas por el gobierno provincial, a efectos de acercar críticas, sugerencias y observaciones al proyecto de ley”.

A esas mesas de debate, criticó CADIM, “rehuyó de participar la propia universidad San Juan Bosco y otros organismos de ciencia con sede en Chubut”.

“Ignora también el CS a sus propios profesionales, y desconoce su talento, ya que forma geólogos e ingenieros en diversas disciplinas”, dijo CADIM. Estos profesionales, añadió, “también se han expresado desde el conocimiento científico a favor del desarrollo de la industria minera”, y enumeró que entre esas carreras “figuran Ingeniería en Petróleo, Química, Industrial, Civil con orientación Hidráulica y Forestal”.

En este contexto, “si tal como sostiene el documento del CS ‘la protección de la biodiversidad y el resguardo del patrimonio natural y cultural son aspectos indisociables e inherentes a la estrategia para construir una matriz productiva diversificada que permita a nuestro territorio dejar paulatinamente el perfil extractivista de la economía chubutense’, deberían ser coherentes y cerrar tanto la carrera de Geología como esas ingenierías, especialmente la de Petróleo”.

Consideró el Colegio, en el documento firmado por su presidente, Francisco Almenzar, que “seguramente, quienes tomaron esta decisión desde el Consejo Superior, son docentes e investigadores en otras cosas (no en minería), que puntualmente perciben sus sueldos, gozan de vacaciones, viven a pocos minutos de sus oficinas climatizadas, tienen escritorios con computadoras, y modernos equipos e instrumentos para desarrollar sus tareas”.

Por último, finalizó: “Quienes forman parte del Consejo Superior muestran total desconocimiento de las actividades productivas de Chubut, ya que, de prosperar el proyecto de iniciativa popular, prohibiendo una serie de actividades industriales, no sólo la minería, el Ejecutivo se vería en la obligación de cerrar la planta de ALUAR, pues desarrolla una de las actividades prohibidas en ese proyecto de ley”.