Por estas horas las discusiones en los principales espacios políticos de Chubut se centran únicamente en el cierre de listas y en quienes serán los candidatos que encabecen las fórmulas para las próximas legislativas .

En el Partido Justicialista por ejemplo, el camino al Congreso está minado de candidatos que buscan sobrevivir a una feroz interna y al peso de la lapicera que se sabe, firma en Buenos Aires.

En la UCR es otro cantar. Siendo en este turno una de las fuerzas opositoras, a nivel nacional el espacio que integran con el PRO, Juntos por el Cambio, está fortalecido. Sin embargo, está comprobado que la gente vota candidatos.

Uno de los protagonistas de la UCR chubutense, el diputado nacional Gustavo Menna, apuntó en declaraciones recientes que no descarta ser candidato a Senador nacional en el próximo turno electoral, ya que además, en diciembre de este año vence su mandato en la Cámara Baja.

Sin embargo, lejos de proponerse como un candidato sólido que buscará seguir representando al pueblo de Chubut mediante una banca en el Congreso, el comodorense afirmó con liviandad, que si desde el partido se lo impulsa a él como precandidato, aceptará.

“Si es el parecer de las autoridades y de los intendentes, aceptaré. Es una cuestión que vamos a resolver con el correr de los días”, afirmó.

Sin embargo, desde la UCR no disimulan que se están impacientando por la falta de definiciones de Menna, que no concreta por sí mismo si se largará al Senado, o no. ¿Será este el augurio de la derrota? ó ¿no querrá Menna cargar él mismo con su boleto de vuelta a la Provincia?

Se sabe que sobre sus espaldas ya hay una derrota: su candidatura a gobernador de la provincia en 2019 mientras ya era diputado nacional, cosechó apenas el 15.48 % de los votos, quedando en tercer lugar.

Los correligionarios se preguntan por qué si Menna no se tiene fé ni él mismo, deberían confiar ellos en que sí será esta vez un buen rival en las internas de Juntos por el Cambio. En este contexto hay más dudas que certezas y no todos quieren atribuirse la mala decisión, según parece, de proponerlo como cabeza de lista.