Comienza el Año Nuevo, no sólo en la cosmovisión de las culturas originarias precolombinas, sino en todo el Hemisferio Sur, a partir de que el Sol, que alcanzó una distancia máxima de la Tierra, comienza a acercarse nuevamente. En Trelew, un pequeño grupo se reunió con la primera luz de este miércoles 24 en la barda de la Laguna Cacique Chiquichano para recibir al nuevo ciclo.

Decendientes de pueblos originarios reafirman que con el We Tripantu el Sol ha alcanzado la distancia máxima de la Tierra, y a partir del nuevo ciclo comienza a regresar. Por eso el Año Nuevo, el renacer de la vida. Cuando el sol comenzó a alejarse, la tierra poco a poco se adormeció, pero con la vuelta del sol, la vida otra vez vuelve a florecer.

Siempre fue entendida como una celebración donde la familia se reunía, la comunidad intercambiaba bienes, la energía se renovaba. Como antiguamente los cursos de agua adquirían una temperatura especial, permitían realizar un baño, como un ritual de limpieza para afrontar el año que venía por delante.

“Es un tiempo muy especial, que debemos adoptarlo todos y marca el inicio de un nuevo ciclo de un Hemisferio Sur”, explicó Tito Ledesma, que acompañó la celebración junto a integrantes de la comunidad mapuche-tehuelche y la coordinadora general de Políticas Públicas y Promoción Social de la Municipalidad de Trelew, Mónica Montes Roberts.

“Por si alguien no lo sabe, manejamos un calendario solar, que coincide en el Hemisferio Norte con el nacimiento del sol y después se reemplazó por el Nacimiento de Cristo, que no nació en diciembre. Más adelante un Papa determinó que el Año Nuevo sea el 1º de enero, pero resulta que la Navidad coincide con el 24 de diciembre solamente allá en el Norte”, remarcó el cantautor.

“Todo eso fue traído para acá, de suerte terminamos comiendo comidas de invierno en pleno verano porque el Año Nuevo es una celebración invernal”, expuso. “Ese mismo ciclo, por efectos de la inclinación del eje terrestre, acá en el Hemisferio Sur se inicia el 24 de junio, es decir que es el Año Nuevo de todos nosotros”, recalcó.

Que lo hayan celebrado solamente nuestros ancestros o los antiguos pobladores de estas regiones no quiere decir que sea exclusivo de ellos. Todos tenemos que vivir este tiempo como una etapa de renovación, la vuelta del sol porque se inicia un nuevo ciclo”

“Como decía un niño en uno de los videos que lanzamos, la tierra ha descansado; ahora comienza el año, se comienza a limpiar los campos, a preparar para arar, después sembrar. Las bestias van a procrear”, resaltó. “Fijate que iniciamos un ciclo en diciembre, cuando deberíamos cerrarlo, empezamos el Año Nuevo cosechando, no es así. Y esto tiene que ver con nosotros mismos, con la percepción misma de la realidad, ojalá pudiéramos hacerlo carne todos, vivirlo todos y veríamos que muchas cosas cambiarían”, exhortó.

“La cultural real debería ser la actividad del ser humano para adaptarse a la naturaleza no para pelear contra ella, hoy muchos viven en conflicto con la naturaleza y la dañan. Debe haber un entendimiento porque somos parte de esa naturaleza. Y si hoy nos indica que tenemos que cuidarnos, entonces nos hemos reunidos unos pocos acá, respetando las distancias, para hacer lo que otros años hubiera sido la culminación del festejo de Año Nuevo”, sostuvo.

“Todas las celebraciones de los pueblos se hacen entre dos luces, la última luz del 23 y la primera luz del 24, hasta la biblia lo dice. Y somos respetuosos también de lo que pasa, evitar que se propague esta pandemia”, aseveró Ledesma.