párroco ofreciendo hostia

«Para tocar a la madre tierra, hay que escuchar a todos los hijos», así comienza la carta que hicieron pública desde la Diócesis de la ciudad de Comodoro  Rivadavia, en donde obispos de Chubut cuestionan la publicidad y la celeridad que hay respecto a la actividad, haciendo principal hincapié en que “el momento económico del país y la Provincia no puede ser el que determine o acelere la decisión”.

Además se involucran directamente en la situación que atraviesan los estatales, poniendo en duda la capacidad de la Provincia para controlar el extractivismo minero, preguntándose: “¿Quién garantiza estructuras y fondos adecuados para el seguimiento de cualquier proyecto en una provincia que adeuda meses de sueldo y aguinaldo?”

El documento continúa:

«Que nadie nos corra, que la única urgencia sea dar respuestas definitivas a los problemas reales de nuestra gente. Ya será momento para intereses particulares, que aún siendo genuinos, merecen el tiempo necesario para garantizar lo que la constitución nos manda».

En contraposición, desde la Cámara de Proveedores y Empresarios Mineros del Chubut (CAPEM), también lanzaron un documento público, presionando al Gobierno Provincial, y pidiendo «que propongan un cambio de rumbo, antes de que sea demasiado tarde”.

Para la Cámara, hay un agotamiento del modelo económico de la provincia, y un contexto de crisis sin precedentes, y al respecto proponen la actividad minera como alternativa.

Desde esta Cámara abogamos por un modelo de provincia que propicie la inversión privada y estamos convencidos de que la discusión por la habilitación de la actividad minera se vuelve imprescindible, junto con otras actividades que podrían revertir el rumbo provincial de manera que la generación de empleo genuino sea una política de Estado”, afirman en el documento.

Además de los pronunciamientos, desde la CAPEM en conjunto con la Cámara de comercio, servicio, turismo e industria de la meseta central de Chubut (CAMECCH), salieron a repudiar los dichos de los representantes de la Iglesia Católica en la Provincia, particularmente del cura párroco de la localidad de Gan Gan, «Tono» Sánchez, quien en declaraciones a la prensa, denunció que las cámaras mineras buscan «comprar las voluntades de los pobladores a través de la entrega de víveres y leña», en medio de una situación económica frágil para muchos de los habitantes de la meseta.

El párroco Sánchez, es uno de los que encabeza las tradicionales «marchas de los 4» de cada mes, que reúne  a vecinos de las localidades de Las Plumas, Gan Gan, Gastre y zonas como El Escorial y Yala Laubat, para expresar su rechazo a la actividad minera.