Fue una semana complicada en la Legislatura provincial. Durante una manifestación a favor de la minería afuera de su domicilio particular, la diputada provincial Leila Lloyd Jones envió un audio en donde acusaba a sus compañeros diputados cobrar coimas a cambio de apoyar el proyecto de zonificación minera.

El audio fue enviado al grupo del Interbloque de la Legislatura pero se filtró a las pocas horas. La justicia convocó a Lloyd Jones para que aporte pruebas y la diputada se desdijo declarando que «no tengo evidencia directa que permita acreditar con certeza los pormenores que he mencionado».

En su declaración, la diputada además indicó que «su referente Adrián Maderna» también sabía de los supuestos manejos pero decidió no denunciarlo, con lo que habría incumplido en sus deberes como funcionario público. “Debo dejar en claro, de modo terminante, que no tengo elementos que me permitan afirmar que algún miembro de la Legislatura de la Provincia haya efectivamente aceptado algún ofrecimiento similar al que relato”, finalizó la diputada madernista en su descargo ante la justicia.


Los dichos de de la diputada cayeron mal en sus pares trelewenses, Gabriela De Lucía y Tirso Chiquichano, quienes se han manifestado en diferentes circunstancias a favor de abrir el debate sobre la matriz productiva provincial. Pero también generaron una presentación judicial por parte de los diputados «sastristas» Xenia Gabella, Miguel Antín y Mariela Williams en la que pidieron explicaciones a la trelewense. Con este escenario cabe preguntarse, ¿El interbloque legislativo duró menos de un año?